La tela de flor de
loto es suave como la seda y respira como el lino, pero no se arruga tan
fácilmente.
Hace como 100 años
que los nativos de Myanmar, ex Burma, crean este material recolectando flores
de loto del lago Inle. Tejen la tela con fibras delicadas que extraen de los
tallos y tienen que hacerlo en menos de 24 horas para evitar que se deterioren.
La tela de flor de
loto, planta sagrada en algunas zonas de Myanmar, originalmente estaba pensada
para vestir a los monjes budistas. Se necesita 120.000 tallos para producir una
de estas batas, ó 3.200 tallos para hacer un metro de tela.
Loro Piana, la marca italiana que se especializa en
géneros de alta calidad, ha a lanzado
una tela hecha exclusivamente de flores
de loto.